miércoles, 19 de junio de 2013


Tu particularidad vs. Mi particularidad

Hablemos de la gente muy afortunada que tenemos la dicha de compartir oficina (benditos aquellos que tienen su PROPIA oficina a puerta cerrada, ya sea empleados o empleadores) es de sentido común, este término merece su historia por sí sola, que tratemos de crear un ambiente laboral agradable en el cual desenvolvernos y que la convivencia con nuestro equipo de trabajo sea lo más cordial y pacífica posible. Pero hay veces que entre nuestras propias manías y las manías de los otros, estas convivencias no pueden coexistir.

Propuesta: que las universidades creen una materia de “conducta en la oficina” separa de la ética. Es increíble la cantidad de gente que navegamos con la bandera de “así soy, y ni modo” y ni hablar, al parecer no siempre nos preocupamos para prepararnos a este tipo reto.

Una de las pautas para cualquier tipo de relación es ser abiertos y receptivos a las opiniones y sugerencias de los demás compañeros, en pro de mejorar el ambiente laboral en la empresa. Pero como demonios le dices a un compañero que deje de hacer ruido con la pluma! YO INTERIOR: “sencillo, llegas más temprano y escondes dichas plumas y las reemplazas por unas que no tengan que hacer click, click, click solo por manía” tras!

Solo para que el sujeto en cuestión a falta de, empiece a golpear la pluma contra el escritorio, plop!

Día tras día, vamos juntando las piedritas en el costal para que entonces un día en que las reuniones, las llamadas, la realización de informes y otras tareas nos traen de cabeza, con lo que los nervios están a flor de piel y surgen molestos además de subidos tonos por cualquier nimiedad. Y entonces Gabs hará kabum! Y en este estado no soy nada agradable…

Gracias a Dios nunca me han mencionado acerca de mi comportamiento en la oficina, pero sé que no estoy exenta de desesperar a mis compañeros. Pero hasta que no me lo digan no lo puedo corregir!

Creo que debemos analizar el ambiente en el que nos desarrollamos, para adaptarnos a la selva en su mejor medida, pero también explorar la manera en la que nos disgustan las particularidades de los demás y decidir si puedes tolerar o no, al final del día también es tu selva. Desafortunadamente en mi experiencia el que trae sus particularidades y no acepta esa exploración para ver  si las mismas encajan o no… es un necio, y es el o la que suele dar lugar a malas relaciones personales, críticas y burlas, etc.

Pero debo hacer mención también de los que tenemos el umbral de resistencia más corto, por supuesto yo una de ellas, desde los ronquidos del mundo, los modales en la mesa de mis conocidos y ni tan conocidos, las respiraciones gordas con mocos chifladores, diferentes ruidos emitidos al realizar una actividad, hasta la simpleza de dejar un sobrecito de azúcar en la mesa no en el bote de la basura (ya usado, lo juro!), de no reponer el rollo de papel cuando se lo acaban, de lavarse los dientes y dejar todo el lavamanos lleno de pasta … y el chicle… la forma de mascar como “tortillera” es para que yo saque un arma y me dé un balazo…

Pero la de hoy, fue buena, tengo la fortuna de llegar antes que nadie a mi oficina, así que ambiento a mi placer, pero el día de hoy me retaron a un duelo de “haber quién pone mejor música”, porque es que si le molesta mi música LLEGA MAS TEMPRANO! así podrían ambientar a su placer. Pero el que haya parecido mejor idea el poner su música y además la mía y actuar como si nada me parece inconcebible.

Por esta ocasión, y solo por haberme prometido a mí misma que sería mejor persona, escogí no decir nada y cerrar mi programa de música. Nice me uh?

Pero me quede con una sensación de molestia e incomodidad. Que de malo había el decir:”Gabs podría poner música hoy?

Y eh ahí donde me hice la pregunta:  Donde encontramos las palabras adecuadas para abordar una problemática de particularidad vs. particularidad?

Definitivamente avecina un problema en mi reino.